El "código abierto" es una metodología de colaboración probada para crear tecnología. Esta metodología se basa en la libertad de poder ver el código, aprender de él, poder hacer preguntas y poder aportar mejoras. Gracias a ello, las comunidades de código abierto pueden innovar de forma mucho más eficaz que los laboratorios tradicionales de I+D.
De este modo, Red Hat dirige a clientes, socios y desarrolladores hacia comunidades que tienen como objetivo resolver los problemas que todos compartimos. A su vez, la compañía también aporta una gran cantidad de código a la comunidad. De hecho, invierte en sus ingenieros y desarrolladores para que trabajen en estas comunidades de tecnología abierta en nombre de nuestros clientes, y de esta manera contribuyan al proyecto también con su trabajo.
Cuando la tecnología de código abierto resultante es útil, la prueba, fortalece y la convierte en segura y fiable. Posteriormente la paquetiza y comienza a darle soporte como producto empresarial.