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Replanteamientos para seguir avanzando

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Replanteamientos para seguir avanzando

Multiscan vivía en 2011 un momento de inflexión. La facturación de la empresa, que había crecido hasta casi alcanzar los tres millones y medio en 2009, se había estancado ostensiblemente. La ratio de beneficio sobre ventas había bajado por su parte al 11%, lejos del 30% que acarició también en 2009.

Álvaro Soler, CEO de la empresa, atribuía parte del descenso al rol de ingeniería de desarrolloque Multiscan había asumido para su matriz, La Española, sobre todo porque ese trabajo de ingeniería no se estaba remunerando adecuadamente.

Sea como fuere, Soler percibía la necesidad de dar un impulso a la compañía, y una reorientación para salir del estancamiento. Pero, ¿con qué autoridad?, y lo que más le preocupaba, ¿con qué motivación? ¿Iban a cargar de nuevo los socios fundadores con el esfuerzo adicional necesario para que la mitad de los beneficios de ese esfuerzo se los embolsara el socio mayoritario?

Álvaro dio un golpe sobre la mesa (metafórico, al menos). Había que cambiar el status quo. Planteó esa necesidad ante el Consejo de administración y amagó con marcharse si no encontraban la fórmula para hacerlo. El resto de los socios fundadores, Juan Ramón y Simon, amenazaron con seguirle. La Española, ante el plante de sus socios, y tras un año de negociaciones, accedió a venderles una parte de sus acciones y convertirse en un socio minoritario y sin funciones de gestión. Los socios fundadores pasaron a controlar el 64% de la propiedad de la firma, y recuperaron el control. La Española se mostró de nuevo como un duro negociador, en esta ocasión a la hora de pactar el precio de la parte que debía traspasarse a los socios fundadores. La sensación de esos socios (Álvaro, Juan Ramón y Simon) fue la de estar pagando mucho por lo que en realidad habían generado ellos. Les compensó no obstante la liberación que el acuerdo conllevaba, y quizás cierto sentimiento de alivio por cómo podían abordar el futuro.

El cambio en la situación accionarial surtió el efecto perseguido. Los nuevos socios mayoritarios trazaron un plan estratégico ambicioso para los siguientes tres años, y acometieron la situación de la empresa con un nuevo espíritu.

Hoy, al término de esos tres años, la empresa ha alcanzado los diez millones de euros de facturación anual, a un ritmo de cerca de 150 máquinas. El beneficio antes de impuestos ha alcanzado por su parte una cifra equivalente al 22% de los ingresos.